1. Marcelino Champagnat, hombre innovador. Marcelino tuvo la intuición de mezclar, en uno solo, el método simultaneo con el método mutuo. Pensó que podía tomar lo mejor del primero para perfeccionar el segundo y, de esta forma, fue preparando a los hermanos para adoptar definitivamente el método que más tarde se denominó simultáneo-mutuo, y que se implantó en todas las escuelas maristas. Aprendemos de nuestro Fundador la idea de innovar para favorecer a los niños y de facilitarles su desarrollo como personas.
2. La pedagogía marista y sus rasgos. Tenemos unos rasgos que nos identifican desde el inicio de la Congregación y que hemos heredado de nuestros antecesores en la misión. La sencillez, el espíritu de familia, el amor al trabajo, la pedagogía de la presencia y el estilo mariano son los elementos diferenciadores que hacen que nuestra pedagogía se distinga. Desarrollamos estos rasgos y los hacemos presentes en nuestra tarea desde una actitud innovadora, porque innovar, para nosotros, también es actualizar nuestros rasgos comunes y vivirlos en la nueva cultura del siglo XXI.
3. La tradición pedagógica en nuestros centros. Nuestra tradición nace de san Marcelino Champagnat y de su trabajo con los primeros hermanos. Crea un tipo de escuela y adopta una pedagogía que da respuesta a las necesidades de su tiempo. Nosotros, continuadores de su tarea, continuamos en nuestro tiempo con la línea pedagógica que él asumió para los maristas: